martes, 7 de julio de 2015

HÍBRIDA

A lo largo de los siglos todo evoluciona o cambia, como las historias. La mia ya se sabe. Unos cincuenta años después de mi transformación se empezó a rumorear que haber matado a mi madre fue lo mejor que podía haber pasado ¿y sabeis porque? Porque decían que era una bruja. Busque en libros historias o epopeyas sobre brujas y no encontre nada. Recorrí el viejo continente en busca de aquelarres o información sobre algo que hubiera pasado y se hubiese creido que tenia que ver con algo del demonio, pero no, nadie sabía nada. Pase un siglo así hasta que encontré en un pueblo del occidente del continente europeo a un joven demasiado listo y demasiado arrogante que tenía información, el joven solo tenía veinte años y se llamaba Eric.
Eric quería que lo volviera un esclavo de la noche y a cambio me daria informacion, no pude resistirme y lo hice. Eric era demasiado listo y tarde por lo menos un año y medio en conseguir mi objetivo, siempre quería algo y si no era algo era alguien y así sucesivamente hasta que mi corazón no palpitante me condujo a acostarme con él. Le hice creer que lo quería y con eso me llevó a un aquelarre cerca de la antigua moldavia donde conocí a unas brujas que me ayudaron a investigar mi pasado, y en una parte era verdad que mi madre era una bruja y por otra parte yo era una híbrida, mitad bruja mitad vampiro. Con eso descubierto me quedé un tiempo con las brujas y convencí a Eric de irse para así luego encontrarnos, pero no fue así ya que lo hice para librarme de el.
Cinco años después me large a Inglaterra donde conocí a Dean, un hombre recién casado y devoto que lo fue hasta que me conoció. Él era un hombre muy conocido y respetado y tenía que ver con la corte. Lo prende de una manera de que yo fuera su droga y siempre estuviese conmigo, su esposa se enteró de que Dean lo engañaba y se tiró de un barranco y en su casa fue encontrada una nota que decía que se suicidaba y que estaba embarazada y eso fue lo que le cabreó a Dean pero eso fue después en una de nuestras noches románticas cuando yo le convirtiera en un vampiro, lo hice por una simple razón, porque era el primer hombre del que me había enamorado y no quería pasar la eternidad sola, él al principio se enfadó pero después le gustó la idea y le gusto más después de enterarse que lo use para conseguir un grimorio y que engatuse a otros hombres para que me dieran de todo hasta quedarse sin dinero, pero el creyó que lo había engañado acostandome con ellos y porque provoque la muerte de su esposa y de su hijo nonato, así empieza su ansia de matarme así que salí corriendo de Inglaterra hacia Francia y me encontré con Eric de nuevo, estaba enfadado pero luego se le pasó.
Desde que nos encontramos de nuevo en Francia hemos ido juntos a todos lados, menos un año que huí para esconder el secreto. Luego a principios del siglo veintiuno conocí a James, él trabajaba y sigue trabajando para mi pero no sabe lo que soy pero sí que sospecha algo. En el presente, unas horas antes me encuentro que el único hombre del cual me enamore se lo estaba haciendo con la hermana de mi protegido. Hablando del protegido. Cojo el teléfono de la mesa de noche y marco el número de Eric y le pido que saque a Damian y le de algo de sangre. Cuando cuelgo me voy a la cocina, abro el frigorífico y sacó una bolsa de sangre cuando de repente me hablan.
-¿Te apetece hablar de lo que has visto ayer o que? Estoy dispuesto a hablarlo -me giro y veo a Dean con unos pantalones negros y el torso al aire libre sentado en el balcón de la cocina.
-No soy una niña Dean. Además... ¿como te pudiste acostarte con ella? Es que no lo entiendo. Ella es... es... una zorra. No es tu tipo.
-A veces hay que salirse de la línea. Tu tampoco eras de mi tipo.
-Disculpa, la mujer por la que me hice pasar si que era de tu tipo, yo no.
-Cierto. Pero ella no me está usando para que le consiga algo.
-Pensaba que después de que me cargara a tu querido aliado Reedrek, te habias calmado porque dijiste que no ibas a dar más guerra.
-Lo se. Pero es bueno recordartelo de vez en cuando Beatrix. Lo bueno es que te has dado cuenta de que no eres el centro de todo...
-Sabes, tenia pensado salir y si me quedo a oír tus quejas se me pasara la hora, así que lo siento.
-Ese es tu problemas, nunca quieres oír la verdad - me meti en el ascensor, pulsé el botón del parking mientras Dean me miraba, no estoy dispuesta a pasar por lo que pase hace tiempo, él pasado en pasado se queda-.

La fuerza del vampiro reside en que nadie cree en él

lunes, 6 de julio de 2015

Solo era un sueño

Estaba durmiendo en mi habitación de la mansión y cuando me despierto veo al fondo de mi cama que se encontraban tres hombres uno rubio de piel blanca, con ojos azules, con su camisa negra abierta que deja su pectoral y su abdomen musculado a la vista, su cara expresaba deseo, Eric; él otro chico tenia el pelo negro y unos ojos azules intensos, piel blanca lo único que estaba al descubierto eran sus fuertes brazos y me miraba seductoramente, este era mi James; él tercero, Dean era él más fuerte de todos, tenía su pelo marrón hacia un lado, su piel morena brillaba por la luz, el también tenia una camisa negra pero la tenia medio abotonada y era él que más cerca mío estaba, sus ojos grises me penetraban era como si me estuviera leyendo el pensamiento.
Los tres se levantaron, Eric se quitó la camisa y se sentó más a mi lado por así decirlo estaba pegado a mi y me empezo a besar desde el cuello hasta el hombro produciendome cosquillas. James también se sentó, pero de un modo que lo dejaba frente a mi, me cogió la cara con las manos, me miró y nuestros labios se juntaron que al principio iba de suave a más fuerte. Dean se sentó al lado de James y me besaba desde el hombro hasta la muñeca y me mordió en ella provocandome un grito que me puso más. Ahora solo estaba Dean, mordiendo todavía la muñeca me miró y luego la dejó para besarme. Me quitó despacio la camisa, me acariciaba la espalda lentamente, por donde tocaba me producía escalofríos que me hacían desearlo aún más, yo de mientras le arranco su camisa con mis manos y le beso el cuello, su mano derecha jugaba con el lóbulo de mi oreja derecha y sus labios ahora me besaban el cuello que me hacían retorcerme de placer y en el penetraron sus dientes un instante y de ahí sus labios subieron a mi oreja y me susurro:
-Se que me deseas, cariño.
Abrí los ojos y cuando me fijo veo que no es Dean sino Eric. Él me besa los labios suavemente, me agarra la cabeza y me tumba lentamente sobre las blancas sábanas que ahora se están tiñendo de rojo por mi muñeca. Paso mis manos por su pelo, luego bajo a su cuello y de ahí de recorro la espalda, el me besa el hombro y baja al pecho, después me va besando el vientre haciendo que yo soltara grititos; y ahora se encuentra en mis piernas, levanta la izquierda, la acaricia y me la besa.
-Hueles de maravilla querida - yo asiento aturdida-.
Él se vuelve arriba y me besa y me embiste lentamente, yo cruzo mis piernas en sus caderas y le dejó hacerlo. Nos sentamos en la cama. Yo le aprieto más a mi y le beso fuertemente, cuando abro los ojos ahora es James. El puede ser cariñoso pero en la cama es un salvaje. Él me aprieta más contra el. Me besa salvajemente. Me tumba y me agarra las manos. Me embiste cada vez más rápido. De repente estoy desnuda en el mismo sitio pero con los tres tumbados en la cama también desnudos. Me encuentro girada hacia el lado de Eric, uno de sus brazos me tapa el pecho y la otra mano me acaricia el pelo. Al lado de Eric se encuentra James con su cabeza descansando sobre su brazo y mirándome como si estuviera contemplando una obra. Giro la cabeza y veo a Dean detrás mio que tambien tiene su cabeza recostada sobre su brazo y su otra mano acariciándome las costillas suavemente.
-¿Cómo es que estais aqui los tres? Pensaba que os estaríais matando por mi.
-Tu eres quien mandas. Solo tienes que elegir - decía serenamente Eric sin quitarme los ojos de encima-.
-¿Elegir?
-Si, mi amor. Solo podrás tener a uno de nosotros. Solo tienes que elegir y todo terminara - me susurraba Dean al oído-.
-Tienes que elegir. Solo uno de nosotros te pertenece y tu sabes quien es - esta vez era James diciendolo seriamente-.
-Si tengo que elegir, es a los tres ¡os quiero a los tres!
-Lo siento cariño - dijeron los tres al unísono, levantándose cada uno de la cama, vistiéndose y saliendo por la puerta, mientras yo me tapaba con la sábana y me levantaba a toda prisa-.
-¡James! ¡Dean! ¡Eric! No, os podéis ir. ¡No me dejéis sola! No me podéis abandonar, sois lo único que me queda, volved.
Me despierto sudando y mi cama está revuelta, las sabanas están en el suelo y ya es de dia, gracias a dios que las cortinas están cerradas. Me tumbo. Miro a los lados de la cama y empiezo a pensar en él sueño.
-Elegir a uno de los tres. Eso es imposible.

Ven conmigo, mis noches son eternas,
juntos saciaremos nuestro apetito carnal.
Dejaré que tus labios prueben el néctar
que hicieron de mí un inmortal.
Siente el placer de ser mi alimento,
de ser toda mi necesidad y deseo.
Mis ojos te verán cual manjar suculento,
desnudando tu cuerpo que aún no poseo.

domingo, 5 de julio de 2015

Lo que pasa en Nueva York en Nueva York se queda


Cuando anocheció salí de la casa y me metí en mi Jaguar XF 2015 rojo y antes de poner en marcha el motor me saque mi barra de labios de color escarlata y volví a pintarmelos de nuevo a pesar de haberlo hecho antes, luego encendí la radio y conecte mi teléfono al coche, seleccione mi carpeta de música y puse el coche en marcha. Las vistas de la ciudad desde el puente eran increíbles hasta que me metí en un atajo que va por un camino de tierra lleno de árboles gigantes y al cabo de media hora volví a entrar en carretera asfaltada en dirección al aeropuerto.

Di la vuelta al aeropuerto y aparque al lado de mi avión privado. Salí y entregué las llaves a un hombre. Abrí el maletero y mande poner mis maletas dentro. Cuando entro dentro del avión el piloto sale y me dice que la ruta está preparada y que despegariamos en cinco minutos. Cuando ya nos encontrábamos en el aire fui a detrás de la barra a buscar una bolsa de sangre y de paso saqué una botella de bourbon que ni duró la mitad del viaje.

Llegamos a la una de la madrugada a Nueva York. Cuando baje los hombres estaban guardando las maletas en mi nuevo coche, el Audi Tron. Entré, cerré la puerta, conecté el móvil y llamé a Jane Anne que solo al quinto intento me respondió al teléfono con una voz ronca, que daba la impresión de haber gritado toda la noche.

-¿Se puede saber que te pasa en la voz?

-Buenas noches a ti también, Beatrix. ¿Qué me cuentas querida?

-Ya estoy camino a tu casa, tardaré media hora.

-¿Tanto?- dijo sacando su voz chillona.

-Si… Voy a ir por el centro de Nueva York. No puedo volar.

-¡Es verdaaad! Bueno querida tarda todo el tiempo que quieras -Jane Anne al teléfono parece demasiado nerviosa, algo está haciendo o ya lo ha hecho- incluso si quieres… no vengas que no te juzgaremos.

-¿Se puede saber que te pasa? ¿No ir? ¿Qué has hecho Jane? Y ¿juzgaremos? ¿Quién más me juzgaría a pesar de ti?

-Eh…. Ehm…. nadie Beatrix. Mezclar bebidas alcohólicas me ha hecho muy mal.

-Cariño, no te olvides del aperitivo -decía un hombre a lo lejos con una voz, una voz que me sonaba pero no se quien podría ser. Seguramente sera algun tio de los que me había presentado hace unos meses. Tiene una colección que le serviria para ponerla en museo-.

-Vale, ya te lo llevo -le gritó a ese tipo y a mi casi me deja sorda-. Adiós Beatrix -me dijo nerviosa y ansiosa, me colgó dejándome en la boca el adiós.

Ni siquiera la música de ACDC me sacó de mi mente, seguía pensando en la voz de aquel hombre. Jane tenía tendencia a acostarse con hombres que antes se habían acostado conmigo pero la verdad con el que estuvo más tiempo fue Eric hasta que él se aburrió de ella, aunque no creo que sea Eric el tipo que del teléfono, no le hubiera dado tiempo a llegar ademas de que tenía que resolver unos asuntos con unos empresarios y tampoco vendría porque luego a la anochecer daría un banquete. Después de atravesar el centro de Nueva York entré en el parking del edificio y aparque el coche, salí, abrí el maletero, saque las maletas y cerré el coche. El ascensor tardó un minuto en llegar. Abri sus puertas y entre, dejé las maletas y pulsé el 102. Los números iban pasando hasta que llegó mi número y las puertas abrierón pero para mi sorpresa no había nadie en el recibidor ni en el salón, no había sangre pero si había copas y botellas y jarrones rotos en el suelo y una mesa de mezclas. El hombre con el que ella seguramente está es un mortal. Sigo recto y entró por una puerta corredera abierta a un pasillo que a mi derecha tiene unas ventanas grandes con vistas a Nueva York a las que miro unos segundos y despues sigo el pasillo y me tuerzo a la derecha y sigo el pasillo amplio hasta la puerta que es mi habitación, que no se como está medio abierta y a la que se oye a una mujer que por su voz es Jane Anne. No me lo pienso ni dos veces y abro la puerta y cuando miro que quedó como digo yo in albis -que significa en blanco-, mi mente vuelve y procesa todo lo que ve. A un hombre que era una persona maravillosa, amable, gentil y cariñoso atado a una cama con una arpía encima de el -si, una arpía, no me llevo bien con ella pero tengo que hacer un esfuerzo ya que es la hermana de Damian-, no lo entiendo.

-Eh… eh… ehm. Vale… yo...  -creo que me estoy sonrojando porque siento mi mofletes quemando, di algo y vete- me iré a otra habitación -dije señalando nerviosa a no se donde- ¡que aproveche! - Saqué la sonrisa nerviosa y camine rápido hacia una habitación que se encontraba más adelante por un pasillo que daba a la derecha- ¿Qué aproveche? ¿Qué aproveche? ¿En serio, mujer? ¡Podrías haber dicho algo más ingenioso! -tengo que cambiar el hábito de hablar conmigo sola y en casos como los de antes aprender a decir algo mejor.

-¡Hey, Beatrix! ¡Espera! -me gritaba el desde detrás mío-.

-Creo que he tenido suficiente verte atado a una cama y … En serio, tio, he tenido suficiente.

-No es lo que parece…  -tenía cara de arrepentido y me encantaba cuando ponía esa cara de tio malo con esos ojos azules, me derretia. ¡Mierda! ¡Calla!-. Mira, estábamos de fiesta e hicimos una apuesta que al final nos llevo a esto.

-Tio, ¿es que no entiendes que he tenido bastante? Tu no me gustas y no soy tu novia asi que no necesitas darme explicaciones. Si me permites voy a dormir. No os corteis por mi, seguid como estabais. Yo… -aqui viene mi plan- yo solo voy a ducharme y a enfundarme en mi mejor lencería de encaje y a arropar a este cuerpo suave como el terciopelo en la cama, -mientras se lo decía me tocaba el cuerpo despacio- así que no os preocupeis ni mucho menos tu -baje la cabeza, di un suspiro, cogí las maletas y me fui a la habitación caminando lentamente, podía oír al corazón de James latiendo a mil por segundo, Jane Anne cero, Beatrix uno. Esta noche se queda sola. Mi yo interior saltaba y diciendo “¡Bien!”-.

Si que me bañe, pero no me puse una lencería de encaje sino que me puse una camiseta de tirantes con unos leggins viejos, y me dormí.

Veras a la muerte en toda su belleza, a la vida tal como solo se conoce en el mismo punto de la muerte.

sábado, 4 de julio de 2015

La fiesta

Antes de que bajaramos a la cámara mis vampiros habían bajado para preparar al anfitrión para la noche, dándole sangre.
Ahora en el presente, todos estamos mirando al ataúd abierto. Hemos hecho lo que había que hacer para la preparación. Deshicimos el hechizo que lo mantenía en hibernación y le suministramos sangre, algo que habíamos hecho salió mal. Todos estábamos murmurando y se oía preguntarse qué estaba pasando.
-Si..len...cio- decía una voz ronca-.
La voz provenía del ataúd y él hombre se sentó y se giró hacia atrás para mirarnos. Se veía débil y tenía un aspecto horrible. Un pestañeo y él hombre ya no estaba.
-¿En qué año estamos?- decía roncamente-.
-Señor, estamos a veintidós de febrero de dos mil quince.
-¡Callate Layla! ¿Beatrix?
-Estamos en dos mil quince, señor. Ya han pasado los cincuenta años. Espero que se sienta cómodo, mi gente se ha ocupado de usted estos últimos días y hasta hemos hecho una fiesta en su honor.
-Una fiesta -murmuraba-. Espero que hayan invitado a mis amigos. Este sueño me ha parecido una eternidad y eso es bueno, porque me he liberado de mis preocupaciones durante cincuenta años -decía mientras caminaba de un lado a otro mirándonos-. Beatrix, has hecho un gran trabajo y con eso te concedo un regalo que podrá ser cualquier cosa como mi apoyo, mi ayuda, mi opinión... lo que quieras Némesis.
-Gracias Valtor. Seguramente todavia tendra hambre, si no le importa que le de mi opinión...
-No, no me importa.
-Bueno, entonces le recomendaría que fuera a la fiesta a comer algo. ¡Ah! Esta no es la misma casa de antes, le proporcionare alguien que le lleve a su habitación para que se cambie.
-Claro, encantado.
Asigne Cassandre y a August para que lo acompañase. El resto nos fuimos a la fiesta, pero creo que London no se va a divertir demasiado. Una vez allí, la gente bebía sus copas de sangre, bailaban y hablaban hasta que llegó Valtor. Todos se sentaron cada uno en su mesa, yo me senté en la mesa grande con forma de u al lado de Valtor y en él otro lado London. Valtor alzó su copa y se levantó.
-Han pasado cincuenta años desde que me dormí para tomar un descanso de la vida que llevaba en el occidente, ahora me he despertado con la misión de hacer que mi clan se convierta en parte de la historia como el clan de Beatrix, aunque me lleve milenios. Soy hombre de patria y haré que mi patria me adore y me recuerde de por vida, cambiaré la historia. Ahora en adelante yo Valtor vuelvo a tomar mi puesto -toma un trago de su copa y sigue hablando mientras los suyos y sus amigos le miran atentos-, puesto que deje a mi hija London. Cuando vuelva a casa dentro de unas horas verificare que es lo que ha cambiado, porque toda humanización evoluciona en algo bueno o malo y yo apoyare a una causa o otra -Damon en vez de mirar a Valtor me miraba a mi. Me estaba sonriendo. Si Valtor lo ve y averigua que es lo que está intentando lo mata y su prometida, London-. ¡Esta es la nueva era de Valtor Arsnicar!
La fiesta fue bien, Valtor se enteró del compromiso de London y Damon. Se puso al tanto de lo que pasaba en su casa por su mano derecha Louis. Al terminar la noche Valtor y los suyos se fueron, algunos de los míos incluida yo nos quedamos para recoger. Al terminar me fui a mi a mi habitación pero decidí ir a la habitación de Eric, toque la puerta.
-Adelante.
Entre en la habitación y me senté en la cama. Eric se encontraba en el suelo juntando unas piezas que parecían formar un dibujo.
-¿Que haces Eric?
-Resolviendo un enigma, cariño.
-¿Cariño? ¿Te tengo que decir siempre lo mismo? Nunca...
-Le digo cariño a todos -se levanta y viene hacia mi-. Buena fiesta. Tienes que hacerme una por mi cumpleaños.
-A la gran parte no le gusta celebrar sus cumpleaños desde que se volvieron inmortales.
-Porque a la mayoría no sabe que es un cumpleaños.
Me levanto y me acerco a Eric, justo en el momento que le iba a dar mi respuesta me besa y le sigo. Me empieza a desabrochar el corsé y yo a el la camisa. Me tumba en la cama y se queda encima mio, me destroza el vestido y yo cruzo las piernas en sus caderas. Le sigo el juego un poco más. Le giro y me pongo encima de él y le acarició el pecho, pongo mi pelo en mi hombro derecho y me acerco a su oído y le susurro:
-Hoy no cariño. Hoy no es tu día de suerte.
Me levanto de encima de él cojo el vestido y salgo tal y como estoy, pero antes me paro en el marco de la puerta me giro y le guiño el ojo sensualmente y me voy a mi habitación con una sensación de triunfo. Cuanto más niegues más te ansían.
                                               La realidad tiene unos labios que besan a muerte.
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viernes, 3 de julio de 2015

La reunión

Salgo del baño vestida con una camiseta de tirantes negras, unos pantalones y chaqueta de cuero con unos zapatos negros. Al salir de mi habitación me encuentro a Willow parada como una estatua y no dijo ni una palabra dado que los alemanes que colonizaban Uganda en 1890 le cortaron la lengua cuando era solo una chica de quince años, ya que era una de las muchas esclavas de esa época y porque ella era y es muy curiosa.Oyó hablar a los alemanes cosas que solo ellos debían de saber y a raíz de eso le cortaron la lengua a ella y a las otras chicas. Además, si eres el vampiro que creó a otro vampiro, estás de suerte, ya que él creador mantiene contacto mental con sus creaciones, en mi caso con ella.
Antes de seguir, todos los vampiros existentes no solo los he creado yo, tambien fueron creados por otros vampiros. Sigamos, Willow se encontraba aquí porque al parecer el clan de London Arsnicar se encontraba aquí y querían hablar sobre su jefe que se encontraba en hibernación o en reposo en la cámara. Bajé hasta el salon, la mayoria de mis vampiros estaban sentados leyendo o hablando o jugando entre ellos, mientras que algunos de los del clan de London se habían dispersado y se encontraban hablando con los míos. Cuando llego al lado de London los suyos se vuelven a unir y mi escolta formada por trece vampiros, siete hombres y seis mujer, se pusieron detrás mío.
-Un placer volverte a ver London,- le doy un beso en la mejilla y ella me da otro- ya han pasado los cincuenta años al parecer.
-Si, ya ves - me lo dice con cara de engreída, chasquea los dedos y aparecen dos de sus hombres al lado de ella sujetando cosas-. Solo hemos venido para traerle esto -dijo señalando un traje negro, más parecido a un traje de pingüino, y a una caja-. Ya sabes que lo despertaremos cuando haya luna llena...
-... Y eso será dentro de una semana, lo se. Lo podíais haber traído cuando faltase un día o dos. Tu siempre muy adelantada London.
-Si. ¿Cuando empezareis a preparar la fiesta de bienvenida? Ya sabes que tiene que estar...
-... Todo-muy-perfecto-y-a-lo-antiguo. Tranquila que me lo se. Le conozco desde hace más de quinientos treinta y nueve años, fui yo quien lo transformó... Así que, ¿os quedareis por aqui o ya tenéis donde quedaros?
-Tenemos una. Puedes estar tranquila que no invadiremos vuestro espacio, querida. Espero que lleves un conjunto mejor que él que llevas hoy, mon amour.
-Claro que si - claro, como si ella fuese la reina de la moda. Ese vestido que parece del siglo XVI y mira que yo los he visto más bonitos-.
Nos despedimos con otro beso y se fue después de inspeccionar con la mirada mi nueva casa. Agarre las cosas que habia traido y se las entregue a Willow y le dije que lo pusiera en la habitación de invitados.
A lo largo de la semana la mansión fue decorada, en el salón había flores y jarrones por todos lados llenos de rosas o claveles rojos. En las mesas de café y en las mesas donde estaban las lámparas y los libros tenían unos pañuelos dorados de punto. Cambiamos las lámparas por lámparas de araña. En la sala grande donde iba a ser la fiesta le pusimos unos cientos de mesas redondas con mantel de color escarlata y en el medio de cada una había candelabros que en sus pies tenían flores blancas, en cada lugar había tres platos para cada comida con seis tenedores de plata, tres cuchillos y tres copas con servilleta de tela negra. Había una mesa grande en forma de u al fondo que tenía un mantel negro con bordados en el final, también contaba con platos de la mejor porcelana, con servilletas de color escarlata y copas de estilo antiguo de color rojo con decorado dorado y contaba con la misma cubertería y candelabros que las otras mesas. Había un pasillo que daba a la mesa grande que estaba marcada con una larga alfombra roja. En la otra punta de la habitacion habia una fuente de sangre y al lado un bufet y en la pared de al lado se encontraba un pequeño escenario que estaba formado por unos musicos de musica clasica.
Solo faltaban apenas dos horas para el acontecimiento. El clan de London ya había llegado y estaban preparados para el despertar. Mientras que algunos de los nuestros estaban abajo en él gran salón otros se encontraban en la cámara. Yo me encontraba en mi habitación preparándome. Willow ya estaba preparada, llevaba un vestido negro palabra de honor que tenía estampados negros y una cinta en la cintura, en la parte de arriba parece que lleva una chaqueta de manga corta de encaje que va unido al vestido y en las manos lleva unos guantes de encaje con lazo con una piedra roja. Willow me estaba ayudando a abrochar mi corsé de satén azul con estampado negro sobre el vestido estilo victoriano negro de cuyos lados salia dos tiras que se cruzan en mi cuello. En mi mano derecha llevo un anillo grande con un rubí con corte ovalado, unos pendientes de estilo art deco que empiezan siendo finos hasta que forman un triángulo con las puntas redondas con apariencia antigua y con diamantes de corte antiguo y zafiros azules calibrados. Mi pelo está recogido en un peinado estilo victoriano que me deja en la parte de atrás un poco de pelo suelto y en la parte de delante unos mechones sueltos y con un accesorio, una tiara con diseño floral. Cuando estoy lista salgo de la habitación y me encuentro a alguien que no pensaba encontrarme, Damon.
-¿Me permite - me da el brazo- señorita Beatrix?
-Claro.
Nos dirijimos al salon y London cuando me ve se levanta del sillón y se arregla su vestido negro con una chaqueta roja del mismo tamaño del vestido con cuello alto que le tapa el recogido. Damon y yo nos dirigimos por el pasillo y el resto del mundo nos sigue. Un hombre y una mujer van delante de nosotros cada uno con una antorcha hasta el final del pasillo que tiene una entrada secreta. Me separo de Damon y voy a la pared y dibujo el símbolo de Némesis y las paredes se corren para cada lado. Del agujero negro se siente una rafaga helada y cuando me adelanto se empieza a encender las luces unas seguidas de otra. Cuando llegamos a la habitación lo que nos encontramos con estatuas altas de Nyx y en el centro está un ataúd de madera elegante con dibujos de la vida del ser que lo habita. Solo falta un minuto para que la luna llena se ponga en lo más alto del cielo.
En la habitación se respira tensión. Él minuto ha pasado. Todos se miran. La luna está ya en lo alto. Todos miran al ataúd...
Lo más inexplicable era y sigue siendo cómo pueden salir de su tumba y regresar a ella.
La doble vida de los vampiros se mantiene gracias al sueño cotidiano en la tumba.Su monstruosa avidez de sangre de seres vivos les proporciona la energía necesaria para subsistir durante las horas de vigilia.

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jueves, 2 de julio de 2015

Reedrek

No hay en todo el vasto y oscuro mundo de espectros y demonios ninguna criatura tan terrible, ninguna tan temida y aborrecida, y aun así aureolada por una aterradora fascinación, como el vampiro, que en sí mismo no es espectro ni demonio, pero comparte con ellos su naturaleza oscura y posee las misteriosas y terribles cualidades de ambos

Nueva York, 1922
Me encuentro en Long Island, Archbilt da una fiesta en su mansión y he sido invitada.
La entrada está llena de coches y de uno de los coches sale la famosa actriz Louise Brooks a la que saludo, luego entro en la mansión que está abarrotada de personas y al fondo en el escenario están las bailarinas, a mi izquierda las puertas de cristal te dejan ver a las personas en el otro lado fumando y alguno en el suelo o tirado sobre el piano mientras que una chica toca el piano. Subo las escaleras y me encuentro a Joseph Archbilt con su hermano Darren, una camarera con poca ropa pasa a mi lado con una bandeja de cócteles y agarro un Gin Rickey, doy un sorbo y saludo a los hermanos.
-Bonita fiesta, ¿quien la ha hecho, tu o Joseph?
-Joseph- dijo decepcionado-.
-¿Se puede saber porque estoy aquí?
Me empezaron contando todo, que se encontraron a Damon, que combatieron con él y que después le dejaron dar la vuelta y que fueron detrás suyo averiguando que se había unido a Reedrek. Lo que no sabían es porque se había unido a ese maniático, ya que su único plan era gobernar el mundo. Reedrek es el primer vampiro, antes era humano al que le vendió su alma al diablo por una causa y solo sería libre cuando hubiera otro como él, mi padre. Después de ser liberado Reedrek diezmó la población de todo el antiguo continente, la gente estaba desesperada creyendo que era una pandemia y se suicidaban para no sufrir pero eso empeoro las cosas en el continente, pero eso no es todo, él vino en mi busca después de que mi padre muriese solo para que me uniera a su causa a la que le dije no, este se enfado tanto que me vio como su enemiga y a intentado matarme, seguramente Damon esté enfadado por lo que le hice y me quiera matar, eso encajaría que se hubiera unido a Reedrek.
Me pase toda la fiesta pensando en lo que me dijeron los Archbilt y a causa de eso no disfrute de la fiesta porque me la pase en todo momento buscando por la sala a Reedrek o a Damon. Una mujer con acento francés se acercó a mi y me entregó una carta que abrí cuando la mujer se fue.
                          Querida Némesis, ten cuidado y vigilate tu espalda.
                         En cualquier momento alguno de tus soldados puede caer si a mi me pasase
                         eso me enfadaría demasiado.
                        La apocalipsis va a empezar dentro de poco así que estate atenta y no
                       bajes la guardia.
                                                       Atentamente tu peor enemigo Reedrek
Me acaba de declarar la guerra. Que me lo dijiese Damon sería normal, todavia siente rabia que no lo ayudase a conquistar el mundo, como siempre dicen un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y no me gustaría ser dueña de todo el mundo para tener un peso que con el tiempo me destruiría.

miércoles, 1 de julio de 2015

BIENVENIDO A CASA DRÁCULA

Mi historia. Mi historia fue muy dura, pero logré sobrevivir. Viaje a lo largo del mundo, presencie todas los cambios en la historia, soy una enciclopedia viviente. Ahora me encuentro en un lugar, no dire donde, en el que vivo con mi gente. Parece un palacio pero es una casa grande de piedra con pocas ventanas para hacer el entorno más oscuro y más frío, con más de sesenta habitaciones y en las que algunas siempre están vacías porque todos compartimos con todos, exacto, somos muy considerados, la mayoría de veces en una habitación llegan a dormir más de ocho personas y a saber qué es lo que pasan en ellas. Pero en mi habitación solo duerme dos personas, yo y mi ego.
Hay una cosa que siempre me cabrea, que me despiertan durante mis horas de sueño, esos cabrones no saben hacer las cosas en silencio. Me levanto, me pongo la bata para que no vean que no llevo nada, pero ellos ya me conocen así que ya lo saben. Cuando abro la puerta grande doble de mi habitación veo a una chica con una mano en su cuello corriendo por el pasillo dejando un rastro de sangre a cada paso que daba hasta que los chicos la alcanzaron y la devoraron, antes de llegar a las escaleras las puertas detrás de mi estaban marcadas con sangre y del cuarto contiguo se oían unos gemidos. Cuando llegué a las escaleras, había un río de sangre que venía desde arriba hasta parte del salón, bajé y me encuentro a Damian arrancándole a unos individuos sus miembros del cuerpo y mostrando una sonrisas malévola y detrás de él se encontraba una vampira, que ni siquiera me acuerdo de su nombre, que tenía encadenado al techo a un hombre que al parecer disfrutaba de lo que ella le hacía.
-¿No sabéis hacer menos ruido? Hay algunos que necesitan dormir y como alguien me despierte de nuevo lo encierro en la habitación del pánico - una habitación que a veces dejaba entrar el sol para que murieran poco a poco, otras veces los dejaba morirse de hambre y en otras ocasiones les encerraba en un ataúd con estacas de madera que se les clavaba en su fria y palida piel a no ser que me cabrearan y les arrancase la cabeza-. Además os tengo dicho que si vais a matar a alguien matad solo a uno Damian, porque para eso nos alimentados de los esclavos que están para nosotros y como uno de ellos aparezcan muertos vosotros acabaréis de la misma manera.
-Vaya, su majestad. Sabe, tenemos nuestras necesidades y significan que tenemos que cumplirlas para saciarnos, Beatrix. Será mejor que nos dejes- Damian, Damian, este no sabe lo que le espera, debe de aprender de la chica vampira, a mantenerse callado y a no responderme. Eric se confundio de persona en 1863-.
Agarre a Damian por el cuello y me lo lleve al sótano de la mansión, este forcejeaba para que le soltara, o él pobre es tonto o imbécil, porque soy mayor que él y eso significa más fuerza. Lo llevo a la sala de experimentos y cierro la puerta con llave, le meto un fuerte golpe a Damian que le lo deja inconsciente y aprovecho el momento para ponerlo en la cama de hierro y atarlo para que no se escape y le corto la garganta para que se desangre. Tapo las ventanas para que no entre la luz solar y luego me siento en un banco al lado de la cama hasta que se despierte. Tardó por lo menos más de una hora, a veces no controlo mi fuerza.
-¡¿Que me has hecho víbora?!
-Cuidado con tus palabras, monstruito. Estás aquí por creerte superior a mi y la conclusión es dejarte aquí para que experimentes tu castigo.
-¡Me moriré de hambre!
-Lo se, pero puedes estar tranquilo que no es mi plan. Te dejaré aquí un... tiempo y luego vendré a buscarte y si te sigues comportando asi te matare y no me importa lo que diga Eric, asi que buscate un hobbie mientras estás aquí, que tengo mejores cosas que hacer - le guiño el ojo y salgo cerrando todas las cerraduras-.
-¡BEATRIX, NO ME PUEDES DEJAR AQUÍ! ¡BEATRIX! ¡BEATRIX!
Subí a mi habitacion y cerre la puerta, me dirigí al espejo. Tal Vez deba de cortarme este pelo. Siento a alguien acercándose a mi.
-Si te lo vas a cortar hazlo por la nuca y que por delante te quede largo, te quedaria mejor.
-No Eric, lo prefiero por los hombros -se me acerca más y me cruza las caderas con sus brazos y me susurra al oído-.
-El corte de pelo que te digo iría genial con esos ojos azules tuyos y tu piel pálida como la nieve, cariño.
-No te lo tomes a mal, aunque me acueste contigo no soy tuya y sabes que solo lo hago... -me giro y desabrochandole la camisa y acariciandole el pecho le digo- lo hago por diversión.
Eric es un hombre alto, rubio con pelo rizado, ojos azul-verde, con tatuajes en el pecho, tiene una piel clara musculada que cuando lo acaricias pareces estar tocando la seda, es el tipo malo que le gusta cargarse todo y ser el jefe, nunca lo veras expresar sus sentimientos por qué verías su otro lado, pero lo que me gusta más es su carácter salvaje y maligno fue por eso que lo volvi vampiro. Lo conozco demasiado bien y cuando se pone asi conmigo es que quiere algo.
-Eric, lo siento, pero tengo que descansar para estar más bella -le beso y le llevo hasta la puerta, él me mira y sale-.
No me améis, y no lo intenteis por que solo soy blanco como la nieve
pero frìo como el hielo.


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